Oil Catch Can / Tank – ¿de verdad sirven para algo?

Los sistemas de ventilación de gases del cárter – también conocidos cómo sistemas de recuperación de aceite, positive cranckcase ventilation o simplemente PCV – , tienen como propósito liberar la presión que se genera en el cárter de un motor. La mayoría de los coches «modernos» incorporan algún tipo de sistema de recirculación de estos gases, unos con más esmero que otros.

Una mejora aplicable a estos sistemas son las conocidas Oil Catch Can u Oil Catch Tank. Veámos con algo de detalle de qué va todo esto y si de verdad tiene sentido su uso.

¿Por qué se crea presión en el cárter de mi coche?

Los motores de combustión interna generan presión en el cárter. Esta presión, procede de la compresión y de la combustión. Al comprimirse y finalmente explosionar la mezcla aire/combustible, esta se expande repentinamente y genera presión en la cámara de combustión. Una pequeña parte de esa presión atraviesa los aros de los cilindros (los ingleses se refieren a este fenómano como «blow-by») llegando al cárter e «inflando» el mismo, lo que poco a poco genera que dentro del cárter exista una sobre-presión. Esto ocurre con cada explosión. Por lo tanto, en un motor de 4 cilindros girando, por ejemplo, a 5500 rpm, esto ocurre 5500 veces en un minuto. ¡91,6 veces por segundo!

El quemado de la mezcla nunca es totalmente perfecto, con lo que los gases que terminan colándose por los aros al cárter contienen partículas de combutible no quemadas y gases de la propia combustión. Estos restos se unen al aceite en suspensión que existe en el propio cárter, consiguendo una mezcla nada apetecible.

Esta presión debe ser liberada. De no hacerlo, seguiría acumulándose y terminaría por salir despedida por las zonas más débiles del motor, normalmente por las juntas.

El gas, al ser menos pesado que el aceite líquido, va subiendo por los conductos de retorno del sistema de lubricación y termina por llegar a la parte más alta del motor, que suele ser la zona superior de la culata. Normalmente, nn la tapa de la culata se encuentra la toma de alivio de esta presión, por la que los gases terminan saliendo, aunque existen algunos motores en los que estos gases salen directamente de la parte alta del cárter, cómo por ejemplo el motor ABF 2.0 16v de nuestro querido Volskwagen Golf de resistencia.

Dado que estos gases, como vimos antes, contienen restos de combustible y aceite, no podemos simplemente dejarlos salir a la atmósfera (antiguamente sí se hacía). Primero porque es contaminante y sólo tenemos un planeta en el que disfrutar de nuestros coches. Y segundo porque es una guarrada y de hacerlo así, dejaríamos todo el vano motor sucio con restos de aceite y combustible.

Por todo esto, los motores de combustión vienen equipados con un sistema de ventilación de gases del cárter (positive crankcase ventilation o PCV en inglés). En general estos sistemas recirculan los gases del cárter desde la tapa de la culata (o desde la parte alta del Cárter) directamente hacia la admisión, para que estos sean quemados en las cámaras de combustión y así se evita expulsarlos a la atmósfera.

Fijaros en la imagen superior. Nuestro 328i viene de origen con un oil catch tank, ayudado además por el vacío de la admisión. Lo gases salen del motor por la tapa de balancines y se dirigen el tubo (1) al decantador (2). Aquí, las partículas más pesadas caen al fondo de tanque y el resto vuelve a la admisión por el conducto (3). Este depósito no necesita ser vaciado, pues a través del conducto (6), el aceite ingresa de nuevo al cárter por la toma de la varilla. Es un sistema fantástico… y aún así, dista de ser perfecto.

El problema con los sistemas de origen es que no suelen filtrar el aceite, y los que sí lo filtran (caso del 28, por ejemplo) no lo hacen de forma completa. Y por tanto, las partículas de aceite mezcladas con combustible y gas de combustión, entran dentro de los cilindros ensuciando todo a su paso (mariposa, colector de admisión, conductos de admisión, válvulas de admisión, etc) y lo que es peor, empobreciendo la mezcla.

La solución a este problema pasa por cambiar la forma de tratar dichos gases. Para ello, lo mejor que podemos hacer es instalar un dispositivo que filtre los gases del todo y acumule los restos de aceite, sin ingresarlos nuevamente a la admisión. Estos dispositivos filtradores con depósito se conocen como Oil Catch Can, Oil Catch Tank o Recuperador de aceite. En Amazon es posible encontrar cientos de Oil Catch Cans a precios razonables, cualquiera de ellos hará el mismo trabajo. Si bien, te aconsejamos comprar uno que tenga un buen sistema de filtrado. Si quieres algo más profesional, reconocidos fabricantes como Mishimoto u OBP tienen también estos dispositivos, aunque a precios mayores y no necesariamente de mejor calidad.

¿De verdad sirven para algo?

Instalar un Oil Catch Can permite aliviar la presión del carter, recogiendo los restos de aceite y combustible en un depósito y re-enviado los gases, ya sin aceite, de nuevo a la admisión. El aceite que se acumula en el depósito (la lata), puede devolverse al carter (manualmente o con un tubo) o simplemente descartarlo y rellenar con aceite nuevo el motor.

Y sí, todo esto sirve para mejorar diversos aspectos. Por un lado mejoramos la mezcla aire-combustible que ingresa a los cilindros, haciendo que esta sea más pura al eliminar los restos de aceite y por otro lado dejamos de ensuciar el motor con las partículas de aceite, que terminan generando carbonilla y adheridas a los conductos de admisión, cabeza de los pistones, válvulas, etc.

En resumen, ganaremos algo de potencia (1 bhp más en el caso de nuestro 328i), bajaremos la posibilidad de auto-encendidos y mantendremos el motor más sano.

No esperes más. Si tienes un coche de tandas, o de tramos, o de fin de semana con el que no hagas muchos km de una sola tacada, instala cuanto antes un recuperador de aceite y disfruta de mezclas puras y limpias. Si te cuesta elegir, a nosotros, por precio, tamaño y diseño, nos gusta mucho este y este otro también.

Gracias por leernos!