Iron Cup – 8h de Calafat 2021
Seguimos acumulando kilómetros y experiencia en carreras de resistencia amateur. ¡Más nos vale, de hecho! Visto lo visto, aún estamos lejos de poder optar a buenos resultados en este tipo de pruebas, con lo que todo kilómetro recorrido nos ayuda a pulir errores, aprender y nos acerca poco a poco a nuestras metas.
En esta ocasión, participamos en la Iron Cup – 8h de Calafat, que organizaba TrackRat. Apenas quedaba una semana para la prueba, pensábamos que ya no tendríamos hueco. Sin embargo tras hablar un poco con el organizador no tuvieron problema en admitirnos, más bien al contrario.
El formato de esta prueba era similar a lo que ya habíamos vivido por ejemplo con las 12h de Cartagena. Tal vez un poco mejor organizado, pero más o menos la misma idea. Una jornada de entramientos libres, verificaciones técnicas, entrenos cronometrados y otra jornada con la carrera en sí misma. Hubo tiempo también para una cena de hermanameinto y conocer un poco al resto de participantes, lo que fue muy de agradecer.
El reglamento de la prueba estaba publicado en la web de TrackRat, y aunque en algunos puntos podía dar pie a malentendidos, en general estaba bastante claro todo. Sólo tuvimos que adecuar algunos detalles en Stefanie para que cumpliese las reglas de esta prueba.
En nuestra última carrera (12h de Cartagena) tuvimos muchos problemas con los palieres y también descubrimos que el consumo de Stefanie era desorbitado. Tras la misma, analizamos los problemas e hicimos cambios diversos tanto a nivel de chasis como en el circuito de combustible. Así que lo que más nos interesaba era aprovechar la participación en la Iron Cup para probar bien el coche y tratar de validar esos cambios hechos en nuestro Golf de resistencia.
La mayor alegría del fin de semana fue confirmar que, con la nueva suspensión y los cambios hechos en la cuna delantera, ya no volvimos a tener más problemas con el dichoso palier. Igualmente, el consumo se había normalizado. Stefanie tiene un motor ABF de 16v, no es para nada la panacea de la eficiencia, pero digamos que nuestro consumo era ya similar al de otros coches con el mismo motor.
Calafat es un circuito muy chulo. Más bien tirando a pequeño/ratonero, con un par de zonas bastante técnicas, frenadas en apoyo y desniveles varios. Es un trazado muy, muy divertido. Durante el sábado de entrenos ya vimos que el nivel de pilotaje del resto de equipos estaba por encima del nuestro. No estuvimos cerca de los mejores cronos, aunque sí teníamos ritmo de carrera para estar en la pomada con un poco de suerte.
En la crono, de tipo Super Pole (disputada a una sola vuelta), quedamos en quinta posición. Una pena, porque la vuelta de clasificación no fue para nada de las mejores que habíamos hecho hasta el momento.
Al día siguiente, ya en carrera, las cosas no pintaban mal. La salida fue limpia, sin incidentes. Perdimos un par de posiciones en la primera vuelta, con lo que nos quedamos en quinta o sexta posición. Sin embargo, pocas vueltas después fuimos recuperando posiciones adelantando a los coches que nos precedían y conseguimos escalar hasta la tercera plaza.
Sin opción de atacar a los coches que rodaban segundo y primero, que estaban en otra liga en cuanto a crono, nos quedamos ahí tratando de conservar e ir ganado un poco de distancia con los perseguidores vuelta tras vuelta.
La alegría tan sólo duró unas pocas decenas de vueltas. De nuevo la falta de fiabilidad vino a cebarse con nosotros. Stefanie empezó a fallar y a perder velocidad en recta de forma acusada. Comportamiento que se notaba más y más según pasaban las vueltas. Paramos en boxes para comprobar la avería y descubrimos que la bomba de gasolina se calentaba e iba inyectando cada vez menos combustible, hasta que llegaba un momento en el que ya no era suficiente como para mantener el motor arriba.
Intentamos resolver el problema de varias formas, bien reparando la bomba o bien cambiándola por otra. Pero ninguna de las intentonas dio resultado. Nota mental: Ir a carrera siempre con al menos una bomba de recambio completa.
Una vez pasado el cabreo inicial, pensamos en recoger e irnos a casa. Aunque la final decidimos tomarnos lo que restaba de día como una sesión de test. No era posible competir, pero sí podíamos hacer tandas cortas. La bomba, tras enfriarse, funcionaba bien un par de vueltas, y luego desfallecía. Parábamos en boxes, cambiámos algo mientras se enfríaba la bomba, y de nuevo a pista para otro par de vueltas.
Ya sin optar a nada en la carrera, pudimos centrarnos en probar nuestros dos motores, jugar con las presiones, con la suspensión, y alguna cosilla más. Pese al fallo de la bomba, fue una jornada provechosa en la que sacamos bastantes conclusiones que seguro nos vendrán bien para próximas carreras similares.
No quisiera finalizar el artículo sin mencionar el fantástico ambiente que se vivió durante toda la prueba. Sólo por conocer a gente así, ya mecere la pena participar. Un 10 para todos en comportameinto en pista y fuera de ella.
Todas las fotos del día en nuestro flickr.
Gracias por leernos!